En la gestión de esta pandemia estamos conociendo en tiempo real lo que se descubre en todo el mundo. Ese trasvase de información no existiría sin los caminos de la cooperación multilateral.
Por Susana Mosquera Monelos. 24 abril, 2020.En diciembre de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que establecía el 24 de abril como Día Internacional del Multiculturalismo y la Diplomacia para la Paz. Esta resolución fue aprobada de forma casi unánime, solamente Israel y Estados Unidos votaron en contra. Pero, en estricto, en la ONU todos los días son: el día del multiculturalismo y la diplomacia de paz.
Probablemente, el escenario político internacional que dejó la crisis financiera del 2008 fue el caldo de cultivo para el populismo y el resurgir de las políticas proteccionistas que animan a la visión nacionalista y unilateralista en la solución de los problemas. Lamentablemente, el Covid-19 ha llegado para recordarnos que vivimos en una sociedad global.
En la gestión de esta pandemia estamos conociendo en tiempo real lo que se descubre en todo el mundo. Ese trasvase de información no hubiese sido posible si no existieran los caminos de la cooperación multilateral. La OMS insistió, desde el primer momento, que esta no era la gripe china pues el impacto de esta pandemia era global, y no podía ser entendida como un problema nacional.
Dos críticas sobrevuelan ahora sobre la gestión de esta pandemia: el hermetismo inicial de las autoridades chinas y el papel de la OMS. Del hermetismo en China, debemos rescatar la importancia que tiene la protección de la libertad de información como garantía para el funcionamiento democrático de los estados y para la protección de los derechos de las personas. Menos democracia, menos derechos. De las críticas a la OMS, recordar que como toda organización internacional está inserta dentro de una estructura institucional que depende de la coordinación, colaboración, y ayuda que recibe de los países que la componen. Sin voluntad estatal, no hay cooperación.
En ese contexto, y habiendo aumentado el número de mandatarios que deciden olvidar las reglas de juego de la política multilateral, tiene sentido que las Naciones Unidas haya establecido ese recordatorio anual el 24 de abril, para recordar el camino del diálogo, la cooperación y la paz. El mejor modo de impulsar el multilateralismo es a través de una participación ciudadana en los procesos democráticos, formando opinión libre y tomando decisiones políticas que aparten el populismo y el unilateralismo de las sillas de poder. Confiemos que esta crisis sirva para recordar que el multilateralismo y la diplomacia para la paz deben celebrarse todos los días.
(Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas en él son de responsabilidad del autor).
